Gustavo Campana presenta el sábado a las 18.30 en la Casa de la Cultura: «Malvinas 1982: la cuarta guerra contra el imperio británico»
«A 40 años ya hay un par de generaciones que no tuvieron contacto contemporáneo con la guerra y por ahí se quedan con clichés muy chiquititos que deforman la cadena de causalidades que tienen que ver con semejante dato histórico», señaló Gustavo Campana. Luego reflexionó sobre la necesidad y urgencia de «un proceso profundo de malvinización» y que sea «lo más abarcativo posible». Más adelante agregó: «La dictadura hizo en las islas lo mismo que hacía en el continente».
Antecedentes
Además de profusa experiencia en radio, Campana cuenta con el antecedente de haber realizado magnificas piezas de investigación histórica como lo son sus libros «Prontuario: no hay neoliberalismo sin traición», «Tribunas sin pueblo», «Funes el memorioso, recuerdos del peronismo (1943-1956)», «Culpables» y «Néstor Kirchner, no les tengo miedo», todos editados por Colihue.
El siguiente fragmento constituye un particular adelanto de «Malvinas 1982…», una obra que resulta imprescindible.
Fernando Díaz y Radio Nacional en Malvinas: otra historia
Fernando Díaz, terminó sus estudios secundarios en 1980 y egresó como Técnico en Electrónica con orientación en Comunicaciones. Después, el ingreso a la Universidad Tecnológica para cursar Ingeniería Electrónica.
Desde comienzos del ’81 el Servicio Militar en el Regimiento 3 de Infantería de La Tablada, hasta que en diciembre le otorgaron el beneficio de lo que se conocía como «licencia hasta baja». Un estado en el que el soldado seguía «bajo bandera», el DNI continuaba en manos militares, pero el «colimba» esperaba la finalización de esa responsabilidad en su casa.
En enero del ’82, Fernando junto otros mejores promedios del último año, fue invitado a incorporarse a la Planta Transmisora Radio Nacional en la localidad de Pacheco. El 2 de abril, de viaje para tomar turno a primera hora de la mañana, se enteró lo que había sucedido en Malvinas. Preocupación por dos en el inicio de la jornada. Primero como operador de radio, que esté todo en orden para un día con multiplicación de cadenas nacionales (el transmisor principal en orden y el de reemplazo listo para salir a la cancha si era preciso) y en segundo lugar, la intranquilidad que generaba una posible reincorporación al Ejército.
La convocatoria para regresar a la Unidad llegó el jueves de semana santa, el 8 de abril. Tres días después, junto a más de 900 soldados, Díaz ya estaba en las islas.
48 horas a la vera del Aeropuerto y luego a tomar posición a las afueras de Puerto Argentino sobre la playa, a cuatro kilómetros del pueblo.
Fernando y Radio Nacional
Mientras tanto un grupo de trabajadores de Nacional, encabezados por Ernesto Dalmau, viajó a las islas para montar LRA 60 Nacional Malvinas, en las instalaciones de la BBC de Londres que estaban a cargo del isleño Patrick Watts.
Después del 1 de mayo, la radio intentó sin suerte la habilitación del Ejército para que el operador se incorporara a Nacional. Pero sin permiso oficial, con autorización de su jefe directo y casi en secreto, la decisión de Fernando fue cumplir con la radio como operador de aire y como soldado en la trinchera.
La radio le permitió a Fernando, comunicarse con radioaficionados del continente y a través de ellos enviar mensajes a su familia. Encontrarse con tesoros como una taza de té o un poco de café, un guiso caliente y un baño para lavarse las manos y la cara.
Con algunos pesos que le habían dado sus padres, Dalmau le compraba en el supermercado del pueblo, galletitas, harina o cigarrillos para compartir a su regreso al pozo. La radio fue una pequeña tabla de salvación, en medio de la guerra.
Apenas amanecía caminaba los kilómetros que lo separaban de la estación y atravesando campos minados, ocupaba su rol en LRA 60 entre las 09:00 de la mañana y las 16:00. Llegaba con los borcegos llenos de barro y la isleña a cargo de la limpieza, cumplía con los insultos sajones cotidianos, porque la alfombra de la radio se «llenaba de guerra» todas las mañanas.
Las emisiones de la Radio
Nacional Malvinas operaba entre las 08:00 y las 22:00. Se trataba de una radio por cable que llegaba a cerca de 40 casas de Puerto Argentino y a través de un transmisor de onda corta, emitía hacia afuera de la geografía de las islas. Los oyentes llamaban para quejarse, porque de pronto el tango y el folklore habían alterado el paisaje de música clásica que solía poner en el aire la BBC.
Más radio
Fernando no conoció a Norman Powell, el locutor tucumano descendiente de ingleses, que trabajaba para Nacional y Canal 7, porque fue evacuado de las islas cuando comenzaba la guerra.
La única voz que durante la guerra rompía la continuidad musical era la de Patrick Watts, a quien se le permitía hacer los «mensajes al poblador» de Puerto Argentino, en el marco de un raro grado de convivencia en medio del conflicto bélico.
Esa rutina se cumplió hasta el 12 de junio, cuando la intensidad de los bombardeos ingleses generó el desplazamiento del Regimiento 3 a la primera línea de combate.
El soldado no pudo despedirse de Dalmau y cuando regresó al continente, comenzó una etapa Cuando volvió que define tan dura para él, como la propia guerra. Muchos años de silencio, pretendiendo olvidarlo todo.