El pasado 28 de mayo se cumplieron siete años del femicidio de la triatleta Mariana Horowitz y vale recordarla por su carisma, simpatía, capacidad y talento que tanto la caracterizaba.
Esta fecha conmemora uno de los días más tristes para el deporte local, al que ella había «mal acostumbrado» con sus excelentes resultados, como aquel 2013 en el cual ganó el Half Triathlón de Concordia, consiguiendo ser la única geselina en quedarse con un medio ironman. O aquel fin de año que la coronó con el Premio Araucaria de Oro a la mejor deportista de Villa Gesell.
Casi a mediados de 2014. Mariana volvía a ser noticia en todos los portales de la región, pero esta vez, por su femicidio, perpetrado por Ariel Ito, ex pareja. Aquella tarde gris, Ito terminó con la vida de la geselina a balazos, a metros de su casa en el Barrio Alfar de Mar del Plata.
Horowitz tenía 42 años y, aunque en vida ella no fuera a admitirlo por modestia o se sonrojara ante algún reconocimiento, ya se había convertido en un referente del deporte de nuestra ciudad. No solo por su talento en el agua, la bici o al trote, sino también por su humildad, calidez y respeto.
Hoy y a la distancia, se puede ver la huella que «La Rusita» dejó en la comunidad deportiva, donde a modo de homenaje, actualmente llevan su nombre el Campeonato Regional de Duatlón y la Pista de Salud de Villa Gesell.