FALLECIÓ NANNY COGORNO
La vida para Nanny fue dar. En el mundo en guerra su mensaje de paz, en un mundo en paz, su mensaje de alegría. Su esencia fue la del artista callejero, el estar de cara al sorprendido público lo cargaba de energía la que devolvía con su arte inigualable. La calidad artística y humana de Nanny fue reconocida en distintas ciudades del mundo. En mayo de este año, recibió de manos del Alcalde de Villarreal, José Benlloch, el premio Ramón Batalla por su labor de difusión de las artes de calle. Nanny estuvo muy vinculado a esa ciudad española. Fue el gestor y desarrollador de la Casa de la Cultura de Mar Azul y también su Director, cargo al que renunció hace poco tiempo. Nanny era amigo de la vida y en la vida amigo de sus amigos.
En el transcurso de mí vida he perdido a buenos amigos, conocidos, compañeros de militancia, abuelos, padre, madre, familiares, maestros, profesores, estudiantes, vecinos, y un sinfín de otras personas.
Duelen los muertos, te duelen, me duelen, pero hay que aprender a vivir con ese dolor. Aquí está mi granito de arena.
Me gustaría poder decir que uno se acostumbra a ver morir a la gente. Yo nunca lo hice. No quiero. Se rasga un agujero en mí cada vez que alguien que quiero muere, sin importar las circunstancias. Pero yo no quiero que «no importe». Yo no quiero que sea algo que simplemente pasa. Y la muerte de Nanny Cogorno no me «pasa». Me duele. Lamento no haber podido darle el último abrazo. HLVS querido compañero.
Eduardo Minervino.