En un domingo con tinte de histórico, San Lorenzo derrotó como visitante a Atlético por 1 a 0 en el encuentro final de la Copa de Oro del Torneo No Oficial. El «Cuervo» jugó con diez casi todo el partido y el gol lo hizo un juvenil de 16 años.
En la previa no fue un partido más y a pesar de la camaradería de los dirigentes de ambos clubes, una notificación de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi. De) limitó el acceso de público a 100 espectadores y la fiesta esperada se convirtió en incertidumbre. Horas más tarde se confirmó que el encuentro iba a disputarse sólo en primera y que las entradas se iban a dividir en 50 para cada parcialidad.
En cuanto a lo futbolístico, el domingo, y como todo clásico, se vio un partido bastante chato, friccionado y con pocas llegadas. El punto de inflexión del mismo se dio a los 15’ cuando fue expulsado Maximiliano Escola por una fuerte entrada a Julián Pringles, dejando al «Cuervo» con diez jugadores.
A partir de allí, Atlético tuvo que ponerse el traje de protagonista y no supo cómo doblegar a un San Lorenzo con un jugador menos. Encima los dirigidos por el «Cholo» Escola abrieron el marcador a los 45’ del primer tiempo, luego de una ejecución de tiro libre de Martín Monzón que pegó en la barrera, volvió a rematar el «8» y el rebote le quedó al joven Leonel Giménez, quién definió para hacer delirar al puñado de hinchas presentes.
En el complemento, el equipo conducido por Lucas Cortés intentó arrinconar a la visita, con poco éxito y con casi nulas llegadas de peligro. San Lorenzo aguantó bien y cuando el árbitro Kevin Gatti pitó el final se llevó la merecida recompensa.
Los minutos que le siguieron al final del partido fueron a puro festejo, vuelta olímpica y mucha emoción para los futbolistas y sus familiares presentes en el Carlos Idaho Gesell. El barrio parque La Carmencita sigue de fiesta y no es para menos, una final en un clásico, se oficial o no, no se gana todos los días.