A 14 meses del inicio de las medidas que los respectivos gobiernos dictaron para contener la propagación de la pandemia, nos encontramos otra vez con un cierre total, una ausencia de autocrítica por la falta de vacunas, una imposibilidad de ser solidarios con los que sufren y el encierro aparece como única solución: 9 días ¿Y después qué?
Advertimos con preocupación que a Villa Gesell en particular le ha faltado priorizar el gasto público en mejorar la calidad del servicio de Salud. La ola que necesitaba de recursos era la sanitaria, no la que sirve para la foto.
En la sociedad hay un profundo cansancio, está fatigada, en crisis, tremendamente alarmada por el futuro educativo de toda una generación, angustiada por el virus y con una incertidumbre por la falta de futuro.
Advertimos que las sucesivas restricciones – cuando no fueron necesarias – iban agotando a la comunidad: el año pasado para esta época sufríamos un cierre total, una ciudad vallada, sin el virus circulando. Este verano se impusieron restricciones nocturnas que dejaron graves secuelas económicas y atentaron contra el turismo. Hoy, cuando son necesarias, nos encontramos con una comunidad agotada, que no las resiste más.
Es tiempo de entender la verdadera dimensión del problema: empatizar con los que necesitan trabajar, educarse, sin descuidar la grave crisis sanitaria por la que atravesamos.
La vacunación, los testeos y la mejora del sistema de salud deben ser prioridades, como así también aliviar las consecuencias de las prohibiciones en la debilitada economía local.
No hay debate básico: el gobierno municipal no permite las preguntas, nos estamos quedando sin respuestas, y el gobierno sin credibilidad para liderar los delicados momentos que se avecinan.
Comité UCR Villa Gesell. Conducción partidaria