Hace 40 años comenzó la relación de la familia Cortés con Villa Gesell, gestando una historia plena de lealtades y particularidades, en la que aparece también Juan Manuel Fangio y Juan Manuel Bordeu, íntimamente ligados a la construcción de la primera paellera. Este año, la Gran Paella de la Amistad, se llevará a cabo el domingo 15 en el Polideportivo Municipal.
El comienzo de la historia
«La primera edición de la paella fue en Balcarce, cuando la Sociedad Española cumplía 100 años. Esto fue en 1982. Mi papá era socio y habían visto en los libros de actas todo lo que habían hecho las primeras comisiones, que fue más en los primeros 20 años que en los últimos 80. Había armado la Sociedad Española de Socorros Mutuos que un esbozo de lo que es hoy una obra social o una prepaga. Todos aportaban mensualmente dinero que era administrado y luego, cuando alguien se enfermaba podía cubrir los costos. Habían hecho un panteón, el Prado Español y había que homenajearlos de alguna manera. Imaginemos el esfuerzo que habrá hecho don Carlos Gesell para construir esa hermosa ciudad, Esos fundadores merecían todo. Entonces se decide hacer una paella para 2.000 cocinarla en un solo recipiente. Eso significó un año de trabajo de un grupo de locos que hicieron que lo que parecía imposible se hiciera realidad».
Cuando lo imposible es posible
«En el Museo Histórico de la ciudad hay unas palabras que escribió mí hermano Enrique que es guionista de cine y es el más ducho de todos sobre mí papá. El título del artículo es «Pero este lo hace». A todos se nos ocurren fantasías, quimeras, pero después no tenemos la decisión o el coraje de llevarlas adelante. En ese caso no sucedió así, se concretó. Ya partir de ese momento también empezamos a ir a Villa Gesell, hace ya 40 años».
Cortés, Fangio, Bordeu y Gesell
«El espectáculo, el «show» se fue generando. Está paella tiene un origen automovilístico, porque cuando se iba a hacer la primera paella, se pensó en como se iba a construir… la paellera. Y el mismísimo Juan Manuel Fangio, que había sido socio de mí papá le dijo: «Yo te la consigo» y habló con Juan Manuel Bordeu, que era su hijo automovilístico dilecto, que se había casado después su separación de Graciela Borges, con la señora viuda del dueño de «Llantas Protto». Entonces fueron al taller que estaba en Sn Nicolás y allí la hicieron. Pero, se encontraron con un problema: tenía un diámetro de 6 metros y no podía pasar los la ruta, ya que cortaba el paso. Tuvieron que cortarla por la mitad. Y así, con dos partes de 3 mts. cada una pudimos llegar a Balcarce y los técnicos la volvieron a unir. Pero, había otra dificultad: Pesaba más de 1.500 kgs. Y entonces era imposible llevarla a otras ciudades. Entonces mi papá hozo hacer otro en un taller de Balcarce que pesaba 800 kgs. Entonces ya, con dos mitades de 400 kgs. cada una se podía trasladar. Y después, se logró que la propia paellera forme parte de un acoplado, siendo los propios bordes las barandas. Y en él llevamos todo lo que necesitamos. Y así vamos a ir a Villa Gesell».
La bomba
«Recuerdo que en la primera edición usamos 700 litros de caldo hirviendo que lo echábamos en la paellera a baldazos. Era un problema complejo. Y entonces, a partir de ahí, se inventó la bomba de acero inoxidable para volcar el caldo sin posibilidad de contaminación en la mitad de la cocción. De esa primera edición fueron surgiendo ideas para armar el show y para dar más seguridad».
Los ingredientes
«La paella lleva más de 20 artículos. Nosotros decimos que es muy federal porque hay productos de distintos lugares. Prácticamente de todo el país. Y como la paella es de origen español hay una ligazón con el azafrán, que tiene, precisamente ese origen».
El sonidista y «Manolo»
«La de Villa Gesell fue nuestra tercera fiesta y llegamos casi de casualidad. En aquel tiempo, cuando aún se llamaba Fiesta de la Raza, el sonidista, «Chiche» Del Roso era de Balcarce. Él le dice a la gente del Club Español que nosotros hacíamos la paella en un solo recipiente. Entonces, «Manolo» García, cuando cierra su hotel viene hasta Balcarce y se entrevista con papá. A partir de ese momento surgió una amistad entre Villa Gesell y la familia Cortés que ya lleva 40 años. Poor eso nosotros la llamamos la gran paella de la amistad, porque, además de brindar un servicio gastronómico, rescata ese valor tan importante sobre todo en estos tiempos en que hay tantas peleas y existe esa grieta que tanto mal nos hace».
Alfredo, Mario, Barrera y el equipo
«En Villa Gesell hay un equipo que nos viene recibiendo hace años y nos trata con mucha amabilidad: Alfredo, Mario y por supuesto el intendente Gustavo Barrera, que siempre está presente. También contamos con la gente de COTEL, de CEVIGE… Nosotros nos sentimos realmente locales a pesar de todo el trabajo de logística que tenemos que hacer para llegar».
Los preparativos
«En esta ocasión vamos a cocinar para 1.000 personas y utilizaremos 654 kilos de comida. Fuera del show gastronómico hay otras tareas que llevamos a cabo. Una de ellas es la que llamamos «la metalúrgica» que consiste en limpiar la paellera, dejarla impecable y por supuesto, nos lleva bastante tiempo y litros de detergente. Son 27 m2 de superficie. Lo mismo hacemos con los tenedores, la bomba… Tenemos dos carillas de ítems que no debemos olvidar, hasta la cintita de teflón es importante. Todo esto lo hacemos el sábado, más el procesamiento de los mariscos, para lo que contamos con la ayuda de la pescadería Di Costanzo, que nos permite usar su cámara para que no pierdan la cadena de frío».
El cierre
«Es bueno que la Región se potencie, que turísticamente de repotencie. Y que la Fiesta de la Diversidad Cultural siga creciendo y que, la paella sea importante. Ojalá que el tiempo acompañe y que la cantidad de turistas sean el preanuncio de una temporada exitosa».