A 45 años del fallecimiento de nuestro fundador, don Carlos Idaho Gesell, desde la Municipalidad invitan al acto en homenaje a su memoria. Participarán familiares y allegados de Don Carlos, vecinos, colegios e instituciones. La cita es en la plaza que lleva su nombre, sita en Avenida 3 y Paseo 111 hoy jueves a las 10:30 horas.
Data
Carlos Gesell fue el tercer hijo de Silvio Gesell y Ana Bottger, nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de marzo de 1891.
En 1916 Carlos viajó a EEUU, para desarrollar su pasión por la investigación e invención. Don Carlos que fue autodidacta y un apasionado inventor, aprovecho al máximo las bibliotecas y fue este el periodo (1916-1926) de mayor creación de inventos.
Carlos se instala en Argentina
En 1926 Silvio le pide a don Carlos que vuelva a la Argentina para ponerse al frente de “Casa Gesell”. En su estadía en Estados Unidos, Carlos notó (Y también su padre en Europa) que las madres usaban cochecitos para llevar a sus bebés, en cambio, en Argentina las madres iban con sus niños en brazos Es entonces que “Casa Gesell” comenzó a fabricar cochecitos de madera y el negocio poco a poco se convirtió en la empresa más importante, en Argentina, dedicada a la fabricación y venta de artículos para bebes y niños.
La historia estaba a punto de cambiar
Por el año 1931 todo marchaba bien, el comercio Casa Gesell vendía más de lo que producía. Un verano, Carlos Gesell y su familia se encontraban en Mar del Plata. Allí, Carlos Gesell, conoció al señor Héctor Manuel Guerrero (forestador de Cariló) quien le contó de la existencia de una franja de dunas vivas que estaban a la venta. El dueño de las dudas era el señor Eduardo Credaro un contador de la ciudad de la Plata quien las habla comprado al estado provincial en un remate con intención de vender arena a Buenos Aires pero la falta de caminos de acceso encarecía mucho el valor de la arena lo que se decida por la venta de los terrenos.
Acuerdo
Don Carlos se puso de acuerdo con Guerrero para conocer el lugar y en mayo de 1931. Se hospedó en un hotel de Ostende y al día siguiente conoció el lugar, las playas de suave declive y los campos de arenas vivas. Haciendo un pequeño pozo en la arena encontró agua dulce y potable, se enamoró del lugar y el 19 de Agosto de 1931 compró 1.548 ha. de dunas vivas (10 kilómetros de costa).
La casa de las 4 puertas
El 14 diciembre de 1931 se comenzó a construir la casa de las cuatro puertas, hoy Museo Histórico. La construcción fue rápida, llevó menos de un mes, porque el sistema construcción fue el que se usaba en los Estados Unidos.
Esa fecha se tomó como fecha fundacional de Villa Gesell. Fue declarada en el año 2013 Bien de Interés Histórico Nacional: categoría de conservación de los Monumentos Nacionales Argentinos.
Las dunas indomables
Le tomó 10 años a don Carlos afianzar las dunas y lograr que prospere la vegetación. Se plantaron Acacias, pinos, leguminosos, entre otros, el clima adverso, la acción del viento que tapaba a la vegetación o el spray salino mataba la vegetación, nada prosperaba.
Don Carlos tomó entonces la decisión de contratar a un Ingeniero Agrónomo, el señor Karl Bodesheim, quien tras un año de trabajos le anunció a Carlos Gesell que nada sobreviviría en estas arenas.
Batalla ganada
Don Carlos, investigando y consultando a diversas ciudades y países con nuestro mismo ecosistema, ideó un sistema de fijación y forestación que le dio gran resultado. Realizó sobre la arena cuadriculas de 10m x 10m, ubicando en los extremos una especie nativa llamada Esparto (Esta especie crece formando matas que evita el ingreso de arena, empujada por el viento, al interior de las cuadriculas). Se enteró de la existencia de la Acacia Trinervis, oriunda de Australia, un arbusto o árbol, de crecimiento muy rápido y muy frondoso con una gran adaptación al ambiente marino (tengamos en cuenta que gracias a este ecosistema no hacia falta riego) debido a que la Acacia tiene un crecimiento muy rápido esta ayudaba a proteger a las demás especies de la acción de los vientos.
Como por un tubo
Inventó el tubo de cartón embreado, sin tapa y sin fin en el que se colocaba tierra y arena en la misma proporción y un plantín de pino, forzando a la raíz de los pinos a crecer hacia el fondo, dado que la raíz del pino crece a hacia los lados horizontales, ayudándolo a la fijación. Uso un trébol llamado Melilotus Alba que se adapta a diversas condiciones ambientales (nativa de Europa y Asia) toma nitrógeno del ambiente y lo fija en la arena: enriqueciéndola de nutrientes indispensables e importante para el crecimiento de la vegetación.
Villa Gesell es una ciudad balnearia
El 15 de marzo de 1947 se reconoció el balneario oficialmente con el nombre Villa Gesell.
Se abren los primeros comercios de la Av.3, llamada Avenida del Comercio y más tarde Avenida San Martin (en el primer centenario de la muerte del General).
En la década del ’50 ya hay una importante población estable y al menos cuatro hoteles. Es el año en que el diario La Nación se refiere a Villa Gesell coma el balneario más europeo.
El chalet, la segunda casa de Gesell
En el año 1951 Emilia Luther le pidió a don Carlos otra vivienda ya que la Casa de las 4 puertas oficiaba de hogar del matrimonio y era la administración, y en 1952 se mudaron al Chalet, hoy centro cultura. Este es de estilo suizo, con grandes ventanales frente al mar, con persianas internas, vestidor en cada habitación, sala de planchado, calefacción a caldera, contiene muebles originales.
Su muerte
Carlos Gesell fallece a los 88 años en el hospital Alemán de la ciudad de Buenos Aires.
En vida Carlos Gesell heredó a sus 6 hijos 35 hectáreas a cada uno. El 25 de diciembre de 1980 murió doña Emilia, al no tener hijos sus hermanos y sobrinos heredan las 14 hectáreas que hoy forman el Pinar del Norte y el Pinar del Anfiteatro. Como la familia Luther no tenía sentido de pertenencia del lugar, quisieron lotear, lo que provocó la reacción de la comunidad geselina. Se trabajó mucho hasta lograr la expropiación por parte del Estado Provincial, que otorgó en como-dato los terrenos antedichos a la Municipalidad de Villa Gesell, hoy recuperados para el patrimonio geselino en virtud de la donación de la provincia de Buenos Aires.